La UE tiene una escala concreta para la gestión de residuos. Esto se conoce como la jerarquía de gestión de residuos, que es una lista de prioridades para la eliminación de residuos en el siguiente orden: reducción, reutilización, reciclado, eliminación. Por este orden los primeros son los métodos preferidos y los últimos son los que debemos tratar de reducir.
El principal objetivo es reducir la cantidad de residuos generados, porque el tratamiento de los mismos tiene consecuencias indirectas para el medio ambiente y la salud.
El término “gestión de residuos” engloba, con carácter general, cualquier actividad que participe en las operaciones desde su producción hasta su tratamiento final. Incluye en particular las actividades de almacenamiento, recogida, transporte, comercialización, intermediación y tratamiento de los mismos.
La responsabilidad ampliada del productor y la gestión de los residuos
Bajo la RAP Responsabilidad Ampliada del Productor, la responsabilidad de la correcta gestión de un residuo se extiende hasta el productor y/o envasador del producto que se convertirá en residuo tras su uso.
Significa que en caso de daños al medio ambiente o la salud humana durante una de las etapas de la gestión de residuos, se podrá exigir al productor inicial y a los sucesivos poseedores que tomen las medidas necesarias para dirigir los residuos a un sector adecuado y reparar el daño causado por una gestión defectuosa.
Este es un principio clave de la normativa de residuos: permite identificar, en la gran mayoría de los casos, a una persona (o una cadena de personas) responsable de la manipulación de los residuos.
Gestión de los residuos en una instalación apropiada
La gestión de residuos incluye sistemáticamente una o más etapas de tratamiento hasta su recuperación o eliminación final.
Las instalaciones de tratamiento de residuos realizan operaciones que tienen por objetivo modificar las características físicas, químicas o biológicas de un residuo con el fin de reducir o neutralizar las sustancias peligrosas que contienen los residuos, recuperar materias o sustancias valorizables, facilitar el uso como fuente de energía o adecuar el residuo para su posterior tratamiento finalista.
Como confirman los cambios en el marco regulatorio, en particular la responsabilidad ampliada del productor (RAP), las empresas se ven obligadas a reflexionar cada vez más sobre los medios de recogida, clasificación y recuperación de sus residuos. Esto significa que cuando confían sus residuos a un gestor de residuos, deben asegurarse de que la empresa elegida cumpla con la legalidad, que sus residuos sean tratados de acuerdo con la normativa pertinente dependiendo del tipo de residuo y que tenga un claro compromiso de protección al medio ambiente.
Conocimiento y trazabilidad de residuos
La trazabilidad de los residuos, es decir, la información sobre el origen de los residuos, su cantidad, sus características, su destino y sus métodos de tratamiento, es fundamental para garantizar una buena gestión de los residuos. Permite que un productor/envasador se asegure de que los residuos que generarán sus productos sean tratados de acuerdo con la normativa relativa a los residuos y que las autoridades públicas controlen la gestión de residuos en el territorio nacional. Es decir, permite demostrar su cumplimiento de la Responsabilidad Ampliada del Productor.
A su vez, permite disponer de información muy relevante para decidir cuáles son las mejores vías de operación orientadas a la optimización de los costes operacionales.
Nuevo reto para el Sector de Gestión de Residuos
El reto para el sector de Gestión de Residuos es demostrar a sus clientes que son capaces de cumplir con las obligaciones medioambientales propias de su actividad así como con las obligaciones medioambientales de sus clientes derivadas del principio de Responsabilidad Ampliada del Productor.
Las prácticas ineficientes en la gestión de residuos serán sancionadas no sólo por las autoridades sino por los clientes que dejarán de confiar en las empresas del sector que no garanticen una buena praxis.
Para responder a este gran desafío, en Heura trabajamos regularmente en el sector de la gestión de residuos con la finalidad de desarrollar nuevos métodos que evidencien y garanticen lo que les van demandar los sistemas RAP que aparecerán y para los cuales deberán trabajar. Orientando en muchos casos la operativa a conseguir volver a reintroducir los residuos en el sistema productivo aprovechando las características físicas o químicas de los materiales que los componen.