El embalaje es omnipresente en nuestra vida diaria, permite minimizar el desperdicio de alimentos y la rotura de los productos. Sin embargo, la conciencia de los consumidores sobre los residuos de envases en los océanos y los vertederos está impulsando el cambio.
Los reguladores han avanzado en el tema, y las empresas de bienes de consumo están asumiendo compromisos audaces de manera proactiva para mejorar tanto la sostenibilidad de sus envases como para repensar fundamentalmente sus sistemas de embalaje.
Durante la última década, la industria global del embalaje ha disfrutado de un fuerte crecimiento, impulsada por cambios en la elección de sustratos y la expansión de nuevos mercados finales. Los cambios principales han incluido el mayor uso de plásticos para reemplazar otros sustratos y adaptarse a la demanda de los consumidores.
Sin embargo, el uso generalizado de envases de un solo uso ha resultado en una gran carga para el medio ambiente, y la gestión de los residuos de envases se enfrenta a una crisis debido a dos desafíos no resueltos:
- Reciclabilidad de envases. Grandes cantidades de envases producidos en la actualidad no se pueden reciclar en los sistemas de reciclaje existentes.
- Reciclaje y fugas de envases. Las tasas de reciclaje de envases de plástico son relativamente bajas. Solo el 14 por ciento de todos los desechos plásticos se reprocesan para fabricar nuevos plásticos. De hecho, la mayoría de los residuos plásticos mundiales se incineran y se depositan en vertederos, lo que significa que estos materiales se pierden para siempre como recurso, a pesar del potencial de reutilización y reciclaje de los mismos.
Esto no ha pasado desapercibido; la conciencia pública sobre el abandono de residuos de envases, especialmente los residuos plásticos, en el medio ambiente ha aumentado significativamente. Las imágenes viscerales de los efectos de la contaminación de los plásticos oceánicos han despertado sentimientos en los consumidores en todo el mundo.
Los gobiernos de todos los continentes han respondido a las preocupaciones del público con respecto a los residuos de envases, especialmente los residuos de envases de un solo uso, y están implementando regulaciones para minimizar estos residuos en el entorno y mejorar los procesos de gestión.
Qué piensan los consumidores sobre los embalajes sostenibles
Una encuesta realizada por la consultora McKinsey en diez países exploró las actitudes de los consumidores hacia los envases sostenibles.
En todos los países encuestados, la inmensa mayoría de los encuestados afirman estar dispuestos a pagar más por envases sostenibles en todas las áreas de uso final. En el servicio de alimentos, por ejemplo, la mayor disposición a pagar se encuentra en China, donde el 86% de los consumidores dicen que están dispuestos a pagar «mucho» o «un poco más» por envases sostenibles, seguido de Indonesia, Estados Unidos y Brasil. (75 por ciento, 68 por ciento y 66 por ciento, respectivamente). En Alemania, Italia, India y el Reino Unido, entre el 56 y el 59 por ciento dicen que están dispuestos a pagar “mucho” o “un poco más” por envases sostenibles para servicios alimentarios. La disposición a pagar más por lo ecológico en el servicio de alimentos parece más baja en Japón y Francia, donde el 48 por ciento de los consumidores están dispuestos a pagar más por envases sostenibles. Al mismo tiempo, un mejor etiquetado en el envase (explicando sus atributos sostenibles) y una mayor disponibilidad alentarían del 23 al 61 por ciento de los consumidores encuestados a comprar más embalajes ecológicos.
Esto sugiere claramente que un beneficio de sostenibilidad bien comunicado es una propuesta de valor sólida para las empresas.
Qué pueden hacer las empresas para conseguir la sostenibilidad de sus envases
Cualquier cambio de diseño o material de embalaje tiene implicaciones en la estrategia general de marca.
Los nuevos desafíos en torno a la gestión de residuos y la reciclabilidad están llevando a las empresas a un territorio nuevo. Las empresas requerirán a partir de ahora una colaboración mucho más estrecha con los fabricantes de envases y los recicladores para hacer frente con éxito a estos nuevos desafíos.
Un área clave es la necesidad de construir infraestructura para gestionar un mayor reciclaje mediante el empleo de sistemas más cerrados, es decir, la tan renombrada ya economía circular.
Este tipo de desarrollos podrían marcar un hito en la relación entre los fabricantes y distribuidores de bienes de consumo, por un lado, y los fabricantes de envases, por el otro. Tradicionalmente, los fabricantes de envases han desempeñado el papel de proveedores que cumplen las normas para sus clientes, propietarios de marcas más grandes. Sin embargo, a medida que las empresas descubren la necesidad de pasar de una relación comercial con los proveedores a un enfoque más de asociación y colaboración, podrían surgir nuevas oportunidades.
Si quieres dar un paso más hacia la economía circular y asumir compromisos audaces de manera proactiva para mejorar la sostenibilidad de tus envases en Heura podemos asesorarte. Trabajamos para empresas privadas y sector público en proyectos de sostenibilidad y tenemos gran experiencia en la implantación de sistemas de responsabilidad ampliada del productor cuyo fin sea alcanzar la circularidad.