Nadie quiere sentirse culpable por beber vino. Pero al igual que los consumidores consideran los problemas éticos y medioambientales al comprar alimentos o ropa, los amantes del vino ahora están teniendo en cuenta los mismos factores. Más aún con la introducción en el mercado de los llamados “vinos ecológicos” (orgánicos o bio).
Y es que desde los artesanos que cuidan las micro-parcelas, hasta los gigantes corporativos que cultivan grandes viñedos, pocos son los productores de vino que están completamente alineados con una práctica claramente sostenible. Los fungicidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos, los materiales no degradables y los combustibles fósiles se han convertido en parte integral del cultivo, envasado y transporte de nuestro amado néctar.
Entonces, ¿qué puede hacer la industria vitivinícola para realizar una buena gestión ambiental y no dañar en exceso al medio ambiente?
Desde Heura, consultora especializada en gestión ambiental, queremos proporcionar algunas de las prácticas que pueden implementar las empresas vitivinícolas para reducir el impacto ambiental de la vinificación:
- Reducir y reciclar el consumo de agua
A medida que crece el espectro del calentamiento global, la agricultura de todo tipo está siendo analizada por la cantidad de agua que utiliza y la eficiencia con la que lo hace.
Aunque los viñedos requieren menos agua que la mayoría de los cultivos, el agua es un recurso que debe manejarse con prudencia. Del mismo modo, deben ser tratadas las aguas residuales provenientes del uso de la bodega (limpiezas de instalaciones en general) de manera eficiente.
- Reducir el consumo de fertilizantes:
Aunque se está cambiando realmente el modo de producción hacia la producción ecológica, en algunas zonas los viticultores tienen más suerte que en otras. Por ejemplo, con la humedad que hay en Galicia es más complicado hacer una viticultura ecológica porque el clima es mucho más difícil que en zonas secas.
Algunas alternativas naturales a los fertilizantes pueden ser el uso de la materia orgánica preparada como compost, que se puede obtener a partir de orujo y lías, que son subproductos del proceso de vinificación.
- Reutilizar la materia restante
Los restos como tallos, semillas, pulpa seca y pieles, conocidos como “orujo de uva” se pueden utilizar para elaboración de aguardientes y licores por la misma bodega o vendiéndolos a terceras empresas destiladoras para la elaboración de este tipo de bebidas.
Algunas bodegas, como ya hemos mencionado, también pueden utilizar el orujo de uva como abono orgánico para fertilizar la vid, o incluso para la alimentación animal. Y existen casos en que con las semillas de la uva se elaboran otros productos, cómo aceites o cremas cosméticas. E incluso se puede aprovechar para la producción de biocombustibles.
- Reducir la huella de carbono
Si bien el proceso de fermentación, así como los motores y otras máquinas utilizadas en la bodega y los viñedos, generan carbono, es la distribución la que representa la mayor parte de la producción de la industria.
Los principales factores que influyen en la distribución son el transporte y el peso del embalaje.
Equipos agrícolas y vehículos eléctricos propulsados por biodiesel se pueden usar para minimizar el uso de combustibles fósiles. Así como el uso envases alternativos o botellas de vidrio más ligeras para reducir el peso y las emisiones de gases de efecto invernadero mientras se mantiene la calidad del vino.
Además como el vidrio es frágil, se puede romper con mucha más facilidad, por lo que en ocasiones puede necesitar el uso de otros materiales para protegerlo durante su transporte. Aquí también podemos utilizar materiales menos contaminantes.
- Seleccionar envases y embalajes reciclables o reciclados
La mayoría de los residuos no reciclados generados por la industria del vino provienen de envases.
Aunque el vidrio es el único material que puede ser recuperado en su totalidad, el problema es el tapón de corcho natural que no se está reciclando en la actualidad.
Y es que también las opciones de envase y embalaje pueden tener un impacto significativo en el medio ambiente. Por ejemplo, las cajas de cartón 100% reciclables ofrecen una huella de carbono mucho menor que otras alternativas.
En Heura ayudamos a las empresas a realizar una producción y consumo responsable para lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible a través de una buena gestión ambiental.
Si tu Bodega quiere estar comprometida con el medio ambiente, con su protección y mejora, desde el viñedo hasta la logística pasando por la bodega, no dudes en contactar con nosotros.